eneralmente, se recuerda a José Luis Roncallo por el hecho de haber estrenado el tango de Ángel Villoldo: "El choclo".
Roncallo dirigía una orquesta de repertorio "ligero" -temas de zarzuelas, valses populares, música criolla- en un elegante restaurante llamado "El Americano", situado en la calle Cangallo (hoy Presidente Juan Perón) frente a la cortada Carabelas.
//1320//Según cuentan, y todos repiten, en una ocasión, lo visitó su amigo Ángel Villoldo, para proponerle que estrenara allí su nuevo tango. Este relato lo hace Francisco García Jiménez en su libro "Así nacieron los tangos", cuya primera edición data de 1965.
El escritor realza la historia introduciendo una serie de diálogos, lógicamente de ficción. En uno de ellos Villoldo le pregunta al pianista: «-¿Vos lo estrenás?...» «-¿Yo, estás loco? En “El Americano” donde va toda la crema de Buenos Aires, ¿un tango?... ¡Allí es mala palabra!...» La supuesta discusión se resuelve con la presentación del tema como “danza criolla” y con mucho éxito.
Respecto de este relato, Hugo Lamas y Enrique Binda son contundentes y lo descalifican: «De lo dicho se desprende que “El choclo" no era un tango, o el público un grupo de imbéciles, a quienes se lo hicieron pasar por una zamba o vidalita sin que se dieran cuenta». (“El tango en la sociedad porteña 1880-1920”, editado por Héctor Lucci en 1998, página 211)
//1321//Luego acusan a García Jiménez como el autor de esta y otras patrañas, como por ejemplo hacernos creer que el tango era marginado y rechazado antes de 1910. Para refutarlo, entre otras consideraciones, cita los anuncios de la Editorial Breyer que se publicaban en el diario La Nación. Como por ejemplo, los avisos del 18 de mayo de 1905, anunciando la edición del tango “El purrete”, de Roncallo, y del día 29 del mismo mes y año, de otro tango del mismo autor: “El porteño”.
Con esto demuestran que el tango era conocido entre "la crema", el público, que según García Jiménez concurría al restaurante, que sin dudas leía La Nación. Y se rebelan contra el mencionado diálogo, porque luego fue tomado como verdad histórica por los hermanos Héctor y Luis Bates en su libro “La historia del tango”.
Otra controversia se origina en la fecha de ese supuesto estreno. Algunos autores ubican el hecho en 1903 y otros en 1905.
Si tomamos en cuenta un programa de El Americano, fechado el 7 de febrero de 1903, que reseña la lista de temas que serían ejecutados por el sexteto de Roncallo, figuran dos “Danza criolla”, una de Roncallo y la otra de Villoldo. Esta última podría ser “El choclo”.
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Si a esto sumamos la investigación de Juan Silbido sobre la vida de Roncallo, en ella nos revela que el compositor se mudó a la ciudad de Rosario en 1904, por lo tanto, si él fue el protagonista del estreno, evidentemente ocurrió en 1903.
Por último y volviendo al libro de Lamas y Binda, ellos descartan la historia de García Jiménez, no aceptan la teoría de que el tango fue disimulado como “Danza criolla”, para no ser reprobado por el dueño o los comensales del restaurante. Todo lo que era música nativa, incluido el tango, en esa época se la generalizaba como danza o música criolla. Los referidos autores creen, repito, que detrás de esta historia lo que realmente se pretende fundamentar es la leyenda del tango prohibido, del tango no aceptado por la sociedad porteña.