Por
Héctor Ángel Benedetti

Juan Maglio Pacho: la serie TX

ontaba el poeta Francisco García Jiménez que Pacho, apodo del bandoneonista, compositor y director de orquesta Juan Félix Maglio (por deformación del italiano pazzo, loco), llegó a convertirse en sinónimo de disco, sobre todo en el interior del país, gracias a la inmensa popularidad obtenida por el músico y a la extraordinaria difusión de sus placas.

Esta anécdota, que no ha podido ser confirmada y que parece un tanto dudosa, fue expresada de la siguiente manera: «Su renombre de compositor y ejecutante fue tan vasto, sobre todo por la difusión de sus grabaciones fonográficas primigenias, que cuando para la gente de Buenos Aires aquella actividad de Maglio parecía vetusta, desteñida u olvidada, el disco Nacional seguía recogiendo sus nuevas grabaciones y distribuyéndolas con éxito en el interior de la República. Es que si el puestero quería oír tangos, mandaba al peón al tradicional «almacén de ramos generales» con esta orden escueta: «—Andá a comprar un Pacho». (En: El tango. Historia de medio siglo. Buenos Aires, 1965; Editorial Universitaria de Buenos Aires, página 26). Es decir, según García Jiménez «un Pacho» equivalía a decir «un disco» más allá de que éste estuviera o no grabado por Maglio.

Es necesario insistir en que este relato no parece tener demasiada legitimidad, pero lo real es que los discos de Pacho tuvieron una circulación impresionante en la década del diez. En especial, los publicados por el sello Columbia Record.

Maglio ingresó a la empresa de José Tagini, propietario de los discos Columbia Record, en 1912. Al poco tiempo no sólo merecía una publicidad diferenciada del resto de los intérpretes de la casa, sino que se convertía en socio de la misma gracias al aporte de su propio capital, teniendo por ello participación en las ganancias. También en las pérdidas, como se verá más adelante.

Al principio, Juan Maglio quedó inserto en el serial de discos que Columbia Record había iniciado en el T 135 y que, según los catálogos de la época, se definía como Repertorio criollo. Bajo este rótulo aparecieron himnos nacionales, temas bailables, tangos, canciones folklóricas, etcétera; pero también algunos cantos flamencos, canzoni napolitane, música típica vascuence, scene comiche, escenas de la guerra ítalo-turca, cantos mexicanos y demás ritmos que poco o nada tenían que ver con lo criollo. En este serial hay discos de artistas como José Betinotti, Francisco Bianco, Genaro Espósito, Carlos Gardel, Alfredo Eusebio Gobbi y Sra., Vicente Greco, Eugenio López, Arturo Mathón, Diego Munilla, Arturo De Nava, la Orquesta Columbia, Ambrosio Río, Saúl Salinas, Juan Sarcione, Ángel Villoldo y muchos otros más. El primer disco de Maglio es el T 520, conteniendo los tangos “El Caburé” y “Armenonville”. Las matrices pertenecen al serial 56.000. Las etiquetas son similares a las del resto del elenco: fondo azul, con letras y filetes en blanco y dorado, y las dos grandes semicorcheas arriba.

Pero en 1913 la gran demanda de sus grabaciones hizo que pasase a tener una serie propia y una etiqueta por completo distinta. Son los discos que llevaron las siglas TX antepuestas al número.

En rigor, la numeración continuaba el serial T, tanto en discos como en matrices (éstas ya iban por el 57.000); la verdadera curiosidad de los TX era la diferencia y exclusividad del diseño. Para comenzar, el color de fondo era blanco, con letras azules. Los discos ya no llevaban la leyenda «Columbia Record», sino que pasaban a ser «Disco Doble Columbia», según lo que se leía en la parte inferior, formando un semicírculo. Y lo más llamativo, que los convertía en piezas únicas y perfectamente reconocibles: en el sector superior, sobre la perforación, aparecía la fotografía de Maglio y su firma. Tanto el número de disco como el número de matriz se ubicaban abajo, al pie.

La frase «Disco Doble Columbia» estaba patentada desde el 4 de mayo de 1912 por la Columbia Phonograph Company Gen'l bajo el Nº 36.560. Vinculada con la viñeta de las semicorcheas, esta frase se leía con frecuencia en fundas de discos. Parte de la publicidad que se observaba en dichas fundas («Música en ambos lados», «Una pieza diferente en cada lado») puede parecer hoy bastante obvia; no lo era en el caso de esta empresa, cuyas primeras placas fueron de una sola faz.

El primer disco TX de Maglio fue el TX 759, llevando en una de sus caras el tango “El apache argentino”, de Manuel Aróztegui (matriz 57.196), y en la otra el tango “Jeanne”, del propio Maglio (matriz 57.198). Su conjunto estaba integrado por él en bandoneón, José Bonano (Pepino) en violín-corneta, Carlos Hernani Macchi en flauta y Luciano Ríos en guitarra, reemplazado en el transcurso de ese mismo 1913 por Leopoldo Thompson. La orquesta típica era, como puede verse, apenas un cuarteto: suficiente para lo que se estilaba entonces.

En los discos TX quedaron grabados cerca de cien temas entre tangos, valses, polcas, mazurcas, ritmos folklóricos y hasta algún fox-trot y un two-step.

Pero este período de amplísima producción y gran prosperidad se vio interrumpido por los vaivenes económicos a nivel internacional. La Casa Tagini se vio severamente afectada por la depresión originada con la Gran Guerra, determinando su cierre y el fin de Maglio como accionista.



Aún llegó a existir otro serial de Columbia Record en el que hubo discos de Pacho: la «Serie S Discos Especiales», conocidos en la jerga del coleccionismo como «columbias amarillos» por el color de sus etiquetas. Mientras que el precio corriente de los discos Columbia Record era de $ 2 m/n, los del serial S eran de $ 3 y $ 4 m/n; pero se tomaban en cambio discos viejos o rajados a $ 1 m/n. Aquí se publicaban matrices surtidas extranjeras y nacionales, muchas de las cuales ya habían sido editadas; entre los intérpretes que aparecieron en el serial S pueden citarse a Florencio Constantino, José Mardones, Katleen Parlow, Orquesta Típica Greco, Ramón Blanchart, Rondalla Filarmónica Porteña y otros.

Tras la cancelación de sus registros en Columbia Record, Maglio —que además sufriera en algún momento el éxodo de sus músicos— reorganizó su conjunto y pasó a ser intérprete de otros sellos: sucesivamente dejó grabaciones en Era, Tele-Phone, Victor Record y Nacional Odeon.

A grado tal había llegado la tirada de los discos TX que todavía hoy es común hallarlos, siendo mucho más fáciles de encontrar que los discos posteriores de este gran bandoneonista.