Por
Héctor Ángel Benedetti

El «Ciclo Federal» de Ignacio Corsini

a discografía de Ignacio Corsini llega a casi seiscientos cincuenta títulos distintos en todos los géneros, y sin embargo el principal recuerdo que de él se tiene (fomentado por el mismo cantor, que así deseaba perpetuarse) es gracias a las grabaciones de lo que podría definirse como el «Ciclo Federal»: un abanico de canciones de temática histórica cuyos principales autores fueron el poeta Héctor Blomberg y el guitarrista Enrique Maciel, aunque no se agota en sus composiciones, sino que se expande atrás y adelante en el tiempo en una complejidad sugestiva, a la vez que poco estudiada a conciencia.

El tema de federales y unitarios aparece muy temprano en distintas manifestaciones literarias argentinas. Las primeras novelas, todas de la década de 1850 (Amalia, de Mármol; La huérfana de Pago Largo, de López Torres; El prisionero de Santos Lugares, de Barbará; Los mártires de Buenos Aires, de Nieves...), dieron pronto lugar a una impresionante producción en teatro, poesía, semblanzas biográficas, canciones, etcétera; escritos con pasión variable y recreando desde la realidad o la ficción personajes históricos como Manuelita Rosas, Camila O'Gorman, Ciriaco Cuitiño, Facundo Quiroga, Manuel Dorrego, Juan Lavalle y muchos otros.

El fonógrafo recogió y expandió estos argumentos. Establecer un catálogo completo sería arduo; Corsini resultó el más popular, pero desde los primeros tiempos del disco que venían registrándose canciones y escenas con el asunto. Artistas contemporáneos de Corsini, como Carlos Gardel, Agustín Magaldi, Charlo, Ada Falcón y Lito Más —por citar sólo un puñado— también dejaron obras análogas, pero son más conocidas las interpretadas por aquél, y sobre todo las escritas por Blomberg y Maciel.

Al analizar su discografía, surge que uno de sus primeros discos ya trae una canción de esta clase, pero el intérprete es otro. Se trata del disco Victor Record Nº 63.711, que del lado A trae el vals “Noche silenciosa” por Corsini; en el lado B, por el cantor Diego Munilla, aparece la canción “Fusilamiento de Luro”. Data de 1912. Pero como se trata de una grabación por otro artista, este lejano antecedente es, en realidad, accidental: aquí, todo el interés de “Fusilamiento de Luro” se limita a estar del otro lado del segundo disco de Corsini.

En realidad, el «Ciclo Federal» comienza efectivamente con la obra más conocida de Blomberg y Maciel: “La pulpera de Santa Lucía”, que Corsini graba en cinco ocasiones (con matrices extendidas en los días 22 de abril, 22 de mayo y 19 de junio de 1929). Se conocen editadas originalmente tres, siempre bajo el mismo número de disco: Nacional Odeón Nº 18.582, lado B. La historia informa un estreno accidentado y casi sin esperanzas; poco debían sospechar sus creadores que este vals se convertiría en un excepcional «caballito de batalla» con demanda constante durante cuatro lustros.

Es de notar que Corsini graba inmediatamente antes nada menos que el tango “La mazorquera de Monserrat”, de los mismos autores; pero debido a su importancia bien puede tomarse a “La pulpera de Santa Lucía” como la verdadera inauguración del «Ciclo». Y en definitiva, la placa es la misma: “La mazorquera de Monserrat” está en el lado A.

Los poemas en donde Blomberg habla de la época rosista fueron en su mayoría compilados en su libro Canciones históricas (Buenos Aires, 1935; Editorial Tor), verificando publicaciones previas en revistas o en otros poemarios. Es común encontrar interesantes modificaciones según se consulte la revista, la partitura, la grabación o los libros: versos adicionales o faltantes, cambios de palabras, variantes en el orden de las estrofas, etcétera.

Tras el éxito de “La pulpera de Santa Lucía” y “La mazorquera de Monserrat”, el próximo registro con federales y unitarios en la discografía de Corsini no pertenece a Blomberg y Maciel, sino a Carlos Vicente Geroni Flores, Carlos Max Viale y Vicente Retta: se trata del vals “La Virgen del Perdón” (18 de octubre de 1929). Tanto Viale como Retta habían colaborado con Blomberg en libretos que recreaban los días de Rosas. Le seguirá otro tema que también tiene música de Geroni Flores, ahora con letra de Juan Sarcione: “El gato federal” (19 de diciembre de 1929, 14 de enero y 13 de agosto de 1930), que quedó inédito.

Enseguida se retorna al binomio de Blomberg y Maciel con el vals “La guitarrera de San Nicolás” (7 de marzo y 7 de abril de 1930) y, meses después, con otro vals: “Tirana unitaria” (15 de noviembre de 1930). Huelga decir que Corsini, entretanto, graba otras creaciones de Blomberg y Maciel, de temática distinta; asimismo, el cantor difunde por radiotelefonía otras canciones sobre la Federación que el disco no llega a recoger.

Más de un año después Corsini hace un magnífico registro de “El hijo del federal”, canción de Carlos Franzino, Pascual Botti y Domingo Vassalotti (30 de diciembre de 1931).

Luego se produce un hecho llamativo: Corsini graba del autor José Lojo el vals “El payador de San Telmo” (4 de marzo de 1932), que es claramente la «segunda parte» de “La pulpera de Santa Lucía”. Blomberg, que jamás había autorizado una continuación de su obra, edita en 1938 una serie de novelas cortas para contar la «verdadera historia» de la famosa pulpera rubia y de ojos celestes, a quien por fin le da nombre y apellido: resulta ser Dionisia Miranda, hija del sargento Juan de Dios Miranda, muerto en las guerras de Oribe.

Pero la feliz combinación Blomberg-Maciel-Corsini continúa tras el incidente de 1932: el cantor deja ese mismo año el vals “La bordadora de San Telmo”, de Blomberg, Maciel y Viale (8 de septiembre), y días después la hermosa canción “Los jazmines de San Ignacio” (22 de octubre).

Meses más adelante sale a la venta el vals “Patiecito colonial”, de José de la Vega y Carlos Bardi (16 de marzo de 1933), donde la Federación se menciona sólo de paso, pero bien vale incluirlo. Para los coleccionistas de Corsini se trata de uno de los discos más difíciles de hallar. Es necesario aclarar que siempre se ha confundido su autor Carlos Bardi con el mucho más conocido Agustín Bardi, pero basta con leer la etiqueta del disco para salir del error.

Corsini vuelve pronto a Blomberg y Maciel. Lo hace con el vals “La canción de Amalia” (8 de septiembre de 1933), pero para el siguiente, tardío y último tema del «Ciclo» habrá que esperar más de cinco años: será “China de la mazorca” (15 de marzo de 1939).

Configurado en el transcurso de una década (aunque no de manera regular), y con trece canciones de distintos ritmos y autores, este «Ciclo Federal» aporta a la historia artística de Ignacio Corsini un atractivo tópico que merece, tanto por su calidad de interpretación como por sus caracteres descriptivos, una revisión sin encasillamientos.