Por
Néstor Pinsón

Algunos ejemplos del tango en nuestra historia política

l tango no estuvo ausente en el testimonio de nuestra historia política. Fueron numerosos los homenajes a personajes y a episodios que movilizaron a nuestro pueblo. Evocaremos algunos de esos títulos.

Iniciamos esta lista con la llamada Revolución del Parque, intentona que se produjo en el Parque de Artillería, que estaba ubicado donde hoy se encuentra la Plaza Lavalle, enfrente del edificio de los Tribunales de Justicia, donde la Unión Cívica, primer partido orgánico de la Argentina, intentó derrocar al entonces presidente Miguel Juárez Celman, la revolución fracasó pero obligó a la renuncia del mandatario. El hecho ocurrió el 26 de julio de 1890, asumiendo el poder el vicepresidente Carlos Pellegrini. Tres títulos hacen referencia a aquellos hechos:

Al parque”, tango de José Pini, «Dedicado a F. Castañeda Vega». Compositor de otras obras: “Echale tabaco al pito”, “El cañadón”, “El marino”, “El revolcón”.

“El parque”, tango radical de Pedro Datta, el autor del famoso vals “El aeroplano”.

“El parque (1890-1916)”, marcha del violinista Alpidio Fernández. «Dedicado a Manuel Russo Bascoas», quien fuera director de la orquesta del Teatro Casino y autor, entre otros, del tango “T.V.O.”.

En homenaje al radicalismo, en ese entonces Partido Unión Cívica, rescatamos dos tangos con el mismo título:

Unión Cívica”, tango de Domingo Santa Cruz —«Dedicado al señor Manuel Aparicio». Aparicio fue un caudillo bravo de nuestra Capital Federal, respetado por propios y extraños. Este tango, por su atrayente melodía integró numerosos repertorios y es un clásico de nuestra discografía tanguera.

“Unión Cívica [b]”, tango de salón de Pedro Sofía —«Dedicado a la comisión de propaganda de la sección 14».

Un personaje recordado por el tango fue Leandro N. Alem. Nacido en Buenos Aires, el 11 de marzo de 1842, se suicido en un carruaje que lo llevaba al club El Progreso, el 1 de Julio de 1896. Fue elegido diputado en dos ocasiones y senador nacional. En 1890 fue uno de los fundadores de la Unión Cívica, pero luego de la Revolución del Parque, tras el pacto entre Bartolomé Mitre y Roca, se separa del primero y conforma la Unión Cívica Radical. Lo evoca: “Don Leandro”, tango radical para piano de Rafael Rossi.

Otra personalidad, que ocupó por más de sesenta años los escenarios políticos de la Argentina, fue el socialista Alfredo L. Palacios, hijo de uruguayos, nacido en 1879 y fallecido el 20 de abril de 1965:

“Espiante que viene Palacios”, tango para piano de Silvio Di Pascal —«Dedicado a mis estimados amigos Manuel y Juan Carlos Bello». El título hace referencia al proyecto de ley que reprimía la trata de blancas, que luego fuera denominada Ley Palacios. En la carátula de la partitura puede observarse a una mujer —supuestamente en tratativas inconfesables— con un hombre. A cierta distancia, se acerca Palacios con el rollo de papel de la ley en una mano y una espada en la otra.

“El socialista argentino” (subtitulado “A. Palacios”), tango de Luis Loiello —«A mis amigos el oficial inspector Ricardo Muñoz y al Sr. Pascual Fernando».

El socialista”, de Juan Mallada, Tango Nº 8 —«Al Dr. Alfredo Palacios. Diputado socialista argentino».

“El diputado”, tango de Armando Maristany (inspirado en Palacios pero dedicado: «A mi amigo Angel Radice»).

Barullo en la barra”, tango criollo de Juan Marini —«Dedicado a la Orquesta Santa Cruz». El título hace referencia a una fuerte discusión que tuvieron en la cámara de diputados Palacios y el Dr. Oyhanarte. El compositor fue pianista y director, integró la orquesta de Arolas en 1917. Otro tango suyo fue “Hospital Durand”. Falleció en 1949.

Otro destacado socialista fue el español Enrique del Valle Iberlucea. Nacido en Santander el 18 de abril de 1877 y fallecido en Buenos aires el 30 de agosto de 1921. Periodista, escritor, abogado y senador nacional, tuvo su reconocimiento en el tango:

El socialista [b]”, tango social de actualidad de Antonio Lagomarsino —«Dedicado al senador nacional Del Valle Iberlucea». El compositor fue director de orquestas teatrales del Teatro Apolo y el Royal Theatre. Otros títulos de su autoría: “Afeitate el 7 que el 8 es fiesta”, “Alsina”, “Cuidado con la pintura”, “El aurinegro”.

En homenaje a otros militantes del radicalismo:
“Del Grosso”, gran tango milonguero, de Ernesto Zambonini «Dedicado a los correligionarios del subcomité radical Coronel Martín D. Irigoyen, sección 5ª, a su digno presidente Rodolfo C. Del Grosso».

“Abstención”, de Ernesto Parente —«Al diputado Herminio J. Quirós, por la juventud radical de Concordia, Entre Ríos».

El Radical”, de Angélica Martegani, dedicado a la juventud radical.

“U.C.R.”, de Adolfo Pérez Pocholo. Compuesto en 1958, durante la presidencia de Arturo Frondizi.

“El radical”, de Luciano Ríos —«Dedicado al Sr. Ambrosio Lisarralde».

“Boina blanca”, de Raimundo L. Chartier —«Dedicado al Jefe del Partido Radical Dr. Hipólito Irigoyen».

“La 13 de fierro”, tango milonga de Pedro de Toro —«Dedicado al distinguido patriota, ciudadano Sr. S. Mieli». Marzo 23 de 1914.

Otros tangos creados en torno a la política:

Cantilo-Solanet”, gran tango de actualidad, de Udelino Toranzo—«Dedicado a los señores gobernador y vice de la Provincia de Buenos Aires». Autor del exitoso tango, “Jueves” junto a Rafael Rossi.

“El triunfador”, tango criollo para piano de Leopoldo Corretjer
—«Dedicado al diputado nacional Dr. Pascual Lacasa».

“La política”, de Manuel Lumía.

“¿El protocolo?”, de Alfredo M. Cassini —«Dedicado al distinguido señor Ernesto Benvenuto».

“El Congreso”, de Santos J. Moyano —«Dedicado al contador Santiago Chimento».

El distinguido intendente”, tango de actualidad, de Ernesto Zambonini —«Dedicado respetuosamente al intendente Dr. Joaquín Llambías».

Finalmente, dos personalidades de la política argentina:
“Elpidio”, letra y música de Paz Hermoso (h). En recuerdo de Elpidio González (1875-1951), Vicepresidente de la Nación de Marcelo T. de Alvear, en 1922. Estuvo muchas veces preso por su militancia radical. Fue ministro en varias oportunidades y también diputado nacional, un verdadero ejemplo por sus virtudes republicanas.

Don Lisandro”, de Manuel Solano y Juan Augusto —«Al incansable batallador Dr. Lisandro de la Torre, defensor de los altos ideales de la democracia».

“El Demócrata Progresista”, de Ernesto Zambonini —«Dedicado a las buenas personalidades que forman la comisión del gran partido Demócrata Progresista». Lisandro de la Torre nació en la ciudad de Rosario, el 6 de diciembre de 1868 y se suicidó en Buenos Aires, el 5 de enero de 1939. Periodista y abogado, participó en política desde la Revolución del Parque. Adversario de Yrigoyen, fue presidente de la Sociedad Rural de Rosario. En 1916, funda el Partido Demócrata Progresista que, al año siguiente, lo proclama candidato a presidente siendo derrotado por el radicalismo. En 1932, ocupó una banca en el senado, sus objetivos fueron la moralidad en la función pública y la lucha contra el monopolio en la venta de las carnes. Luego de un atentado contra su vida y de batirse a duelo con el político conservador, Federico Pinedo, tomó la triste decisión final de quitarse la vida.