Por
Roberto Selles

Ataniche - Historia del tango “Ataniche”

cerca del origen del tango “Ataniche”, alguien dijo —y muchos lo repitieron— que Ernesto Ponzio se había inspirado en cierta dama que caía al Tambito en un carruaje, del pretal de cuyo caballo pendían campanitas de plata. Pura leyenda. El propio Pibe Ernesto señalé alguna vez a un reportero que, en realidad, lo había dedicado a una noviecita de aquella época, y el título no era otra cosa que el anagrama de «Che, Anita».

Y sí, es probable que el título se deba a Ponzio —se sabe que lo firmó en 1900—, pero la paternidad de la melodía presenta serias dudas.

En 1914 Roberto Firpo graba el mismo tango, pero bajo el título “Los Guevara” y con su propia firma. Un año más tarde, aparecía otra grabación, esta vez de Celestino Ferrer, en la que también figuraba Firpo como autor; eso sí, el título exhibía una intencionada diéresis: “Los Güevara”.

Tiempo después, en 1924, la composición sufría otras mutaciones. Juan Carlos Bazán era ahora su autor, en edición de Ortelli Hnos., con el título de “Ataniche” (la partitura dice: «arreglado para piano por Juan Carlos Bazán Molina») y, por su parte, Firpo volvía a grabarlo, esta vez para Odeón, como “Los Guevara”, pero figurando en calidad de arreglador. Todo lo dicho, según Daniel Cárdenas en su obra Apuntes de tango (1975).

Por último, fue recién en 1935, a un año de la muerte de Ponzio, cuando la editorial Alfredo Perrotti lo publicó con la rúbrica del Pibe Ernesto y el título “Ataniche”. Pasados tres años, Firpo volvía a llevarlo al disco como “Ataniche” de Ponzio.

¿Quién es, en consecuencia, el verdadero compositor del viejo tango? Evidentemente, no lo era Firpo —que había tomado el título de una obra teatral: “Los Guevara”, en la que, seguramente, se incluía la composición—, ya que se declaró, con el tiempo, arreglador y, más tarde, lo grabó apareciendo Ponzio como autor. Sería, entonces, obra de Ponzio o de Bazán. En este caso, el interrogante es ¿por qué ambos se titularon autores de una misma obra, siendo —como lo eran— grandes amigos? Quizás porque se trate de un tango o milonga anónimo.

Al respecto, Daniel Cárdenas comenta que Rafael Rossi y Felipe Amadeo Lastra aseguraban que no era sino un tango de autor desconocido. José Gobello, a su vez, en su libro Conversando tangos (1976), sostiene: «Es un tango de Ernesto Ponzio, que circuló como anónimo y que éste reivindicó después de que las grabaciones de Firpo contribuyeran a difundirlo. Entonces nadie le discutió la autoría y el mismo Firpo volvió a grabarlo como obra de Ponzio. Al fin y al cabo, alguien compuso los tangos anónimos. Y ese alguien, en el caso de “Ataniche”, ¿por qué no pudo ser Ponzio?

Empero, queda aún un interrogante: si el tango era, en realidad, de Ponzio, ¿por qué se apropió de él su amigo Bazán? Pudo haber ocurrido que el Pibe lo hubiera obsequiado a Bazán o a Firpo. Enrique González Tuñón refiere que Ponzio alguna vez lo regaló, pero no aclara a quién.

Por su parte, la esposa de Ponzio, Adela Sabino, le manifestó al investigador Miguel Ángel Lafuente: «A Firpo le gustaba mucho “Ataniche” y aprovechando la ausencia de Ernesto, le puso “Los Guevara”, pero era “Ataniche”. Bazán le sacó “Los Guevara” a Firpo y lo tituló nuevamente “Ataniche”». Recordemos que el Pibe pasó varios años en prisión y cumplió su última condena entre 1924 y 1928.

Más allá de los diversos avatares del tango, todo indica que Ponzio debió haber adaptado una milonga anónima para componerlo. No parece ser otra cosa su primera parte, debido a su cadencia y el hecho de, que, se agota en sólo ocho compases, una estructura típicamente primitiva, que se repite a fin de sumar dieciséis.

Luis Adolfo Sierra nos confirmó la sospecha cuando nos señaló que el propio Ponzio le confesó alguna vez haber adaptado un aire popular para componer su tango. Así lo comunicó también a Tomás de Lara, en carta fechada el 27 de diciembre de 1983 e incluida por éste en Los veinte tangos iniciales del tango (Boletín de la Academia Porteña del Lunfardo, tomo VIII, Nº 17-20, 1984): «Con referencia al tango “Ataniche” debo expresarle que alcancé a ser amigo del famoso Pibe Ernesto (...) La primera aclaración, respecto del tango de marras, referida por el propio Ponzio, es que su tango fue inicialmente una composición anónima, esto es, auténticamente folklórica, sin autor conocido y que él la había adaptado a las formas musicales del tango».

En cuanto a la segunda parte —también existe una tercera, que no figura en la partitura de Ponzio—, quizás también esté basada en un tema anónimo, pero muestra ya una mayor elaboración. En ella, se advierte la mano de un músico que no era un guitarrero de milongas; acaso un violinista... En otras palabras, el Pibe Ernesto habría puesto su cuota personal en ella.

Algunas versiones de “Ataniche”:
Orquesta Juan D'Arienzo (1936, Buenos Aires)
Cuarteto Roberto Firpo (1942, Buenos Aires)
Cuarteto Juan Cambareri (1948, Montevideo)
Orquesta Lorenzo Barbero (1951, Buenos Aires)
Conjunto Eulogio Viola y su ritmo del 900 (Montevideo)
Quinteto Mouro-Maquieira (Montevideo)