Por
Michetti - Nota-reportaje a Alejandro Michetti, en 1935
l tango de hoy es muy acrobático, muy lindo, pero no es tango. Las exageraciones que se cometen con el bandoneón, tienen la finalidad de suplir a la flauta, propósito que no podrán lograrlo.»
El compositor y hábil flautista Alejandro Michetti, fue reporteado por Héctor Bates en la última audición ofrecida por Tangos y Autores, en Radio Belgrano. Y Michetti, después de narrar diversas e interesantes aspectos de su vida, llegó a conclusiones importantes en lo que se refiere al tango actual y a los motivos que hubo para eliminar de él la flauta.
Son afirmaciones que el público ya habrá comentado con vehemencia y las cuales es conveniente a nuestro juicio, repetir a fin de que estos comentarios tengan mayor consistencia al leer este resumen de lo dicho por el hábil flautista.
Alejandro Michetti nació en Calabria, Italia, y vino a la Argentina en el año 1899, cuando contaba 3 años. En 1907, ya estudiaba música en el Conservatorio Weber, y en 1909, tocaba en los cines como flautista.
La primera orquesta en la que actuó estaba formada por una pianista, la señora Siniscalco, un violín Enrique Varela, y él a la flauta. Actuó también en el Teatro Nacional con Guillermo Battaglia.
Integró la orquesta de Alpidio Fernández en el sótano Sol de Mayo, que estaba en la calle Entre Ríos. Esta orquesta no era exclusivamente para tangos, pues tocaban también trozos de óperas y, muy de tarde en tarde, algún tango. Un día lo llevó Alpidio a la casa de Roberto Firpo, para que lo conociera personalmente, pues como flautista ya lo había oído. Firpo le propuso que ingresara en su orquesta, pero los padres de Michetti se opusieron rotundamente, pues en aquella época pertenecer a una orquesta típica era hasta indecoroso. Recordó que su papá llegó hasta querer romperle la flauta ante el temor de que su hijo tocara en una orquesta típica.
Una circunstancia desgraciada le facilitó el permiso de sus padres para actuar con Firpo. Esta fue que, a raíz de que un hermano de Alejandro se suicidó, sus padres se asustaron tanto que llegaron a temer que él hiciera lo mismo, y ese temor los hizo transigir para que actuara como flautista de Firpo, con quien actuó desde el año 1915 hasta 1916, para irse después con Juan Maglio (Pacho), realizando con él la gira por Uruguay, que tuvo un éxito clamoroso. A su vuelta de Montevideo volvió con Firpo, pero esta vez se quedó diez años a su lado.
Con el nombre de Orquesta Royal formaron una agrupación junto con Juan Carlos Bazán, Bachicha (Juan Deambroggio), Roberto Goyheneche, Emilio De Caro, David Barberis y Pedro Gagliano. Esta orquesta intervino en El Bailarín del Cabaret en el Teatro Apolo con los hermanos Ratti, donde estrenaron el tango “Patotero sentimental”, de Manuel Jovés, que lo cantaba Ignacio Corsini.
Con esta misma orquesta se fueron al Perú, para el Centenario Peruano, junto con Teresita Zazá. De allí para volverse tuvieron que ver a monseñor Duprat, quien les consiguió que los trajeran en el transporte de guerra Guardia Nacional. Esta Orquesta Royal se fue después a España con Muiño-Alippi, pero Michetti se quedó y no volvió a actuar más en orquestas típicas.
Últimamente Ángel Greco decidió formar una orquesta de la Guardia Vieja que intervienen en la audición Tangos y Autores, de la cual forma parte Michetti como flautista.
Michetti cree que el motivo por el cual se han suprimido las flautas en las orquestas típicas se debe a que eran muy escasas en aquella época y, siendo tan difícil encontrar flautista, comenzaron a formarse orquestas sin ése instrumento, y así, paulatinamente se habituaron a prescindir de la flauta hasta eliminarla por completo.
También cree que el motivo de esa tendencia actual a exagerar variaciones en el bandoneón, nació del afán de procurar con el bandoneón suplir las notas semicorcheas que hacía la flauta, y ese deseo evolucionó en forma tal que hoy casi todos los bandoneones no sólo hacen eso sino que cada tango parece un trabajo de agilidad digital. Es muy acrobático en lo concerniente a los bandoneones. Lo encuentra muy bonito, pero a su entender el de hoy no es tango.
De su obra como compositor nos menciona: “El Pochocho”, “Quién te iguala”, “Falsa”, “Barón”, “El botellero”, “Eres tremenda”, “Negrita cruel”, “El tajarete” y los valses “Elvirita”, “Sembró tu corazón”, “Tierno amor” y “Tus besos [b]”, pero él hizo la aclaración de que nunca tuvo suerte con sus músicas. Gustaban, pero nunca trascendían mayormente, sin embargo, el tango “Quién te iguala”, todavía se toca y que fue grabado por Roberto Firpo en 1916, por Juan D'Arienzo en 1941, por Carlos Di Sarli en 1952, por Cuarteto Enrique Mora en 1953 y por Cuarteto Del Centenario en 1975, entre otros.
Finalmente, aplaudió a Bates por su campaña para conseguir que no se introduzca al país tanta cantidad de músicos extranjeros, y que «así como a nosotros no nos dejan entrar en otras naciones con conjuntos nuestros, también sería justo que los extranjeros no entraran aquí, máxime cuando aquí hay buenos músicos para contentar al más exigente director».
Nota-entrevista extraída de la Revista Antena – Sábado, 2 de febrero de 1935.