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Las orquestas típicas y el disco, 1910-1912
as denominadas orquestas típicas, si bien son asociadas primordialmente con la difusión del tango, tuvieron durante las décadas del 10 y del 20 un rol no muchas veces reconocido: haber sido el vehículo para difundir toda la música bailable en nuestro país.
Esta no exclusividad respecto del tango ya se dio en sus inicios discográficos, acentuándose a partir de 1912 y culminando en 1913, año en que las típicas desplazan totalmente en los discos a los demás tipos de agrupaciones, como las orquestas de salón, bandas y rondallas.
Lamentablemente salvo en el caso de Victor, no se conocen las fechas exactas de las sesiones, debiendo en consecuencia estimarse mediante datos colaterales. Los más obvios, resultan ser los avisos de salida a venta de los discos, aunque no siempre se indicaban los repertorios y en todo caso, eran unos pocos temas a modo de ejemplo. Lo usual es encontrar intrigantes anuncios del tipo: «¡Llegaron los nuevos discos XXX, con las últimas novedades!», sin especificar cuáles eran. O también, utilizar como ilustración una y otra vez la etiqueta de un determinado disco, del cual se termina archisabiendo su fecha de aparición, pero nada de otras grabaciones contemporáneas.
De todos modos, con esta base y consultando además aquellos catálogos a los que se pueda tener acceso, si se han ordenado los listados por los llamados «números de matriz» (la identificación cronológica de las sucesivas grabaciones), se puede comenzar a datar con razonable certeza. Para ello se debe tener noción de que hasta 1919, si bien se grababa en el país, los discos no se fabricaban aquí sino en el extranjero, ya fuere Alemania, Estados Unidos o Brasil. Deben estimarse los tiempos del viaje de ida, del proceso de fabricación, el viaje de regreso, trámites aduaneros, despacho a plaza y finalmente la salida a venta. Estos lapsos, en general eran cercanos a los seis meses. Entonces por ejemplo si un disco es anunciado en agosto de un año, podemos estimar que haya sido grabado hacia febrero o marzo.
Otra pista podemos obtenerla de un aspecto técnico: la matriz de cera a ser grabada, para ser apta debía tener una temperatura cercana a los 40º. Para ello, las «tortas» eran calentadas haciéndolas girar bajo lámparas incandescentes. Pero para facilitar este vital aspecto, las sesiones de grabación trataban de hacerse en lo posible durante los meses calurosos. Si bien no podemos decir que lo hayan sido excluyentemente, es otra pista para intentar datarlas.
Este concepto no sería válido en el caso de nuevos sellos o nuevo representante de uno establecido que iniciaban sus actividades, pues la estrategia era lanzarse al mercado al inicio del año comercial, digamos en los meses de marzo o abril. En estos casos y considerando el tiempo integral de los procesos ya detallados, las grabaciones se realizaban durante el invierno o primavera del año anterior.
Sabemos que la denominación Orquesta Típica Criolla fue acuñada por Vicente Greco, en ocasión de sus grabaciones efectuadas para el sello Columbia a principio de 1910 o quizá fin de 1909. El motivo de este apelativo, fue precisamente que el potencial adquirente de los discos supiese que se trataba de una orquesta con bandoneón, cuyos miembros provenían del ambiente tanguero. Esta serie fundacional consistió en 17 tangos, 2 valses y 2 polcas en matrices correlativas, insumiendo no más de un par de días de labor.
Si bien el éxito de estos discos fue enorme, la industria discográfica no intentó a lo largo de los dos años siguientes repetir este tipo de grabaciones, ya fuere a través del mismo Greco u otra orquesta típica. No he podido hallar una explicación satisfactoria para este paréntesis, pues el mercado seguía ávido (como se comprobará a partir de 1912) y había empresas de distintos sellos que contaban con estudios de grabación. Y por supuesto, agrupaciones que podrían haber sido convocadas.
Por las razones que fuesen, recién a comienzo de 1912 se reanudan este tipo de grabaciones, haciéndose de modo masivo como queriendo recuperar el tiempo perdido, a través de Victor, Columbia y Atlanta. Vale aclarar que para esta época orquesta típica” significaba en general un cuarteto de bandoneón, violín, flauta y guitarra (o piano). E incluso en algunos casos, un trío conformado en base a estos instrumentos.
También era usual que un afamado director fuera convocado por varios sellos, durante un determinado año. Tal fue el caso del bandoneonista Genaro Espósito (Tano Genaro o Gennaro), rastreable durante 1912 en Victor —a partir del 19 de enero— encabezando un cuarteto de bandoneón, violín, guitarra y clarinete, en vez de la habitual flauta. Salieron a la venta en total 11 tangos y 2 valses.
Para Columbia grabó bajo la denominación Orquesta Típica Gennaro, que era un trío conformado por su director en bandoneón, Roberto Firpo al piano y Tito Roccatagliata en violín. En total fueron 10 temas, todos ellos tangos.
Asimismo, comenzó a grabar en Atlanta como Quinteto Criollo Tano Genaro, aclarando que si bien este sello habitualmente designaba sus agrupaciones como quintetos, evidenció ser un truco comercial pues en todos los casos se trataba de cuartetos y aun tríos. Este último sería el caso particular del Tano Genaro, que auditivamente parece incluir bandoneón, piano y violín. Observando los compositores de la serie de 12 tangos, 5 valses y 1 zamacueca, se trataría de la misma integración de Columbia. Avala este aserto el hecho de haber grabado simultáneamente la Rondalla Criolla Firpo un total de 5 tangos. Se aprecia como un trío de piano, violín y bandoneón, preanunciando la separación de Firpo para formar su propia orquesta, la cual sugestivamente contó con Tito Roccatagliata como violinista. Finalmente, consignemos que el Tano Genaro grabó cuatro solos de bandoneón, los cuales fueron todos valses.
También en este prolífico 1912, llegó al disco la orquesta que se transformaría en arquetípica del estilo entonces imperante: el cuarteto encabezado por Juan Maglio (Pacho) en bandoneón con Pepino Bonnano en violín Stroh (violín corneta), Carlos Hernani Macchi en flauta y Luciano Ríos en guitarra. Grabaron para Columbia 73 tangos, 11 valses, 4 polcas y 2 aires criollos, habiendo dejado Maglio además 2 solos de bandoneón, siendo un tango y una mazurca.
Vicente Greco fue convocado para una segunda serie en Columbia, aportando la novedad de haber reemplazado la guitarra de 1910 por un piano. Como por los motivos antes expuestos no es posible precisar con exactitud las fechas, queda la incógnita de si esta habrá sido la primera formación que grabó con piano, o la del Tano Genaro. No hay dudas en cuanto a Columbia, pues las matrices de Greco son anteriores a las del Tano. Pero este, ¿grabó primero en Columbia o para Atlanta? Por ahora no lo sabemos.
Asimismo Greco fue durante el invierno o primavera de 1912 artista de Atlanta, denominándose su orquesta como Quinteto Criollo Garrote. Recordando la implicancia de la apelación de quinteto, resta aclarar que Garrote era el apodo del director. Su cuarteto inicia la serie con piano, siendo las últimas matrices con acompañamiento de guitarra, indicando que aun no se hallaba plenamente decidida la preferencia por el piano. En total fueron 18 tangos, 1 vals y 1 mazurca.
Otra figura del sello Atlanta fue Augusto Berto, encabezando otro Quinteto Criollo que no era sino un cuarteto de bandoneón, violín, flauta y guitarra. Grabaron 5 tangos, 2 valses, 1 polca y 1 marcha-polca. No obstante este exiguo repertorio inicial, esta orquesta será en el lapso 1913-14 la que más grabará en este sello.
También y siempre durante 1912 hallamos en Atlanta la Rondalla Bevilacqua, que a pesar de no denominarse orquesta típica, era un trío de piano, violín y bandoneón que grabó 6 tangos.
Dejamos aquí este estudio y en la siguiente parte, veremos la actividad discográfica de las orquestas típicas en el período 1913/14.