La “otra” Orquesta Típica Select

a empresa Victor, participante del mercado argentino desde los albores de la fonografía, tuvo sin embargo un estudio local de grabación recién en 1922. Hasta entonces nutría su repertorio «criollo» con el envío de artistas a grabar a Europa y Estados Unidos (1905-06) y luego con la llegada de equipos técnicos itinerantes o volantes. Estos arribaron a fines de 1907, principios de 1910 y 1912, así como en otoño de 1917.

A mediados de 1920, esta compañía decidió participar otra vez en el ámbito argentino y del tango en particular, contratando para grabar en Estados Unidos, un quinteto de músicos a reunirse en una agrupación que se denominaría Orquesta Típica Select. Su núcleo fueron dos artistas que habían figurado en sus catálogos: Enrique Delfino que había grabado solos de piano en 1917 y Osvaldo Fresedo, integrante como bandoneonista de la Orquesta Típica Loduca registrada ese mismo año. El tercer pilar, fue el violinista David Tito Roccatagliata, contratado casi con seguridad a instancias de Fresedo, quien se desempeñó como director y arreglador no declarado de la Select.

Esta última afirmación surge de analizar el estilo de la orquesta, donde son rastreables las concepciones que luego volcará en su propia formación, con la cual grabó también en Victor a partir de 1922. Los otros dos integrantes, el segundo violinista Alberto Infantas Arancibia y el cellista Alfred Lennartz (quien era artista del mismo sello), fueron reclutados localmente.



Este quinteto, abrió camino al período luego dominado por los llamados sextetos y deja en claro otra evidencia: el arreglo pautado por escrito. Así Lennartz —que era proveniente de la música clásica, siendo por ello totalmente ajeno al tango y sus particularidades interpretativas—, pudo integrarse perfectamente a la labor orquestal. Entonces vemos que el arreglo escrito, del cual incluso bien podría haber ejemplos anteriores, no surgió recién en 1924 con la llegada de la formación encabezada por Julio De Caro, como suele afirmarse.

Aprovecho para desmentir otro aserto, en este caso relativo a Roccatagliata. Se ha difundido que por haber incurrido en un supuesto exceso alcohólico, debieron efectuarse a modo de emergencia registros de solos por Delfino y Fresedo, para suplir la imposibilidad de grabar la orquesta con todos sus integrantes.

Esto podría rebatirse con el simple argumento de que todas las grabaciones de cualquier artista y más aun en el caso de una empresa internacional seria como la Victor, se formalizaban previamente mediante un contrato, precisando tanto el honorario a percibir como el repertorio a ser impreso. No cabe pensar entonces que el técnico de grabación, para no perder el tiempo reservado del estudio, pudiese por su cuenta haberles dicho a Delfino y Fresedo: «Che, toquen algo que los grabo y salvamos el día», o algo semejante.



Por otra parte, la matriz anterior a la primera de la serie de solos, fue la última grabada por la orquesta completa y en la misma fecha: “Alma cansada”, tango de Fidel Del Negro y Bernardo Germino, disco 72.899-A, matriz B 24.450-1, 2 de septiembre de 1920. Es decir, terminó el compromiso contractual de 50 grabaciones por la Select (incluyendo la presencia de Roccatagliata) e inmediatamente comenzó la tarea de registrar los cuatro solos de Delfino y los dos de Fresedo previamente estipulados.

Inició la serie Delfino con “Delfy”, tango de Anselmo Aieta, habiendo grabado hasta la toma 2 de la matriz B 24.451 del mismo 2 de septiembre, quedando inéditas. La que finalmente salió fue la toma 5 del 3 de septiembre, publicada en el disco 72.831-A. Este mismo día 3, Fresedo dejó listos sus dos solos.

Si bien hasta aquí ya constan algunas novedades, resta aún justificar el título de este trabajo. Para ello, debemos referir a otro sello: Columbia.

Habiendo finalizado su actividad hacia fines de 1914 a causa de la Primera Guerra, Columbia reinició una nueva serie de grabaciones locales entre 1920 y 1921. Pueden datarse a fin de 1920 o comienzo de 1921, los registros de una llamada Orquesta Típica Columbia, cuya relación con la Select no podría establecerse, sin haber escuchado algunos de esos raros discos. Al hacerlo, surge inmediatamente que tanto el repertorio como sus arreglos, son absolutamente idénticos a los grabados unos meses antes en USA. Más aun, resulta reconocible el particular fraseo de Fresedo y el timbre de su instrumento, existiendo para mayor similitud la inclusión de un quinto integrante, ejecutando un cello. ¿Habrán sido el primer violín y el pianista, respectivamente Roccatagliata y Delfino? Es muy probable, pues venían de tocar admirablemente junto a Fresedo estos mismos arreglos.



Las etiquetas de Columbia, a diferencia de Victor, no consignan los nombres del trío básico: Delfino-Tito-Fresedo. En cuanto al motivo de este anonimato, probablemente haya sido necesario para burlar alguna restricción impuesta por la empresa Victor, impidiendo grabar idénticos temas y arreglos en otra compañía.

Este hallazgo comprueba como ya fue dicho en otro trabajo, que a los discos no sólo hay que escucharlos para deleite, sino que conviene también “pensarlos”, buscando relaciones, primicias y detalles interpretativos, que se nos brindan por su rol de testigos audibles de la evolución del tango y labor de sus intérpretes.