El tango terapia en pacientes con Parkinson

ran cosa, que el tango siga ocupando espacios en los medios gráficos internacionales, en este caso, en el prestigioso The Washington Post que días atrás publicó un reciente estudio realizado por un grupo de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos, acerca de los beneficios del baile en enfermos de Parkinson.

Gammon Earhart, profesora de terapia física, descubrió que los pasos básicos de este baile mejoran los síntomas motores y el equilibrio —durante un período de 2 años— en pacientes con Parkinson especialmente aquellos con problemas para caminar y girar, dice el texto firmado por Amy Ellis Nutt: «La participación en clases de baile comunitarias durante más de 2 años se asoció con mejoras en la gravedad de sus síntomas motores y no motores, con la realización de actividades de la vida diaria y con una mejora en el equilibrio dentro de un pequeño grupo de personas con EP», agregaron los autores de la investigación. «Esto es notable dada la naturaleza progresiva de la Enfermedad de Parkinson».



Ya un trabajo anterior de la Universidad McGill, Montreal, encontró que luego de 10 semanas, los bailarines con Alzheimer mostraron mejoría en su autoestima y en la capacidad de hacer varias cosas en simultáneo, hasta su memoria y su coordinación motora. El abrazo, la intimidad y la comunicación entre los compañeros de baile es la clave del proceso.

«Con el tango, tienes la ventaja de disponer de muchos estilos diferentes de baile para adaptarse a cada paciente en particular», dijo hace unos años Martín Sotelano, fundador de la Asociación Internacional de Tango Terapia, a la agencia Reuters. «El abrazo y la comunicación, más los ocho pasos básicos para el Alzheimer, y la caminata tanguera, que requiere tanta gracia, puede ayudar a un paciente con Parkinson», agregó.

Si mal no recordamos, en la Clínica Favaloro y en el Hospital Italiano también se organizaron distintos programas terapéuticos con clases de tango para pacientes cardíacos, que mejoran gracias a lo esencial del baile: el abrazo.

Publicado en el diario La Nación el 6 de octubre de 2014.