Por
Un 24 de junio, sus ojos se cerraron
agamos un dios a semejanza
de lo que quisimos ser
y no pudimos.
Démosle lo mejor,
lo más sueño y más pájaro.
Inventémosle un nombre, una sonrisa,
una voz que perdure por los siglos
como pasándole ases al destino.
Humberto Costantini
EL MITO
El mito es una necesidad del mundo existencial. Es una realidad corpórea, creada, intensa y profunda. La verdad que lo distingue la encontramos entre lo real y lo ideal. Cuando el mito es una personalidad que posee una historia reconocida por el grupo social se convierte en símbolo.
El mito es una imagen idealizada por el sentimiento que sintetiza esa necesidad de realización de «todos». Revela modelos ejemplares de la actividad humana. No es una invención, es una experiencia vivida.
Resumiendo: Un mito es un relato que refiere a una actuación memorable en un tiempo pasado.
EL HOMBRE
Es el grupo social quien da la categoría de mito, a tal efecto el hombre elegido debe cumplir con imperativos que irán forjando su destino...
El concepto de mito implica el concepto de belleza que es la armonía física o artística inspiradora de placer y admiración: única abstracción que nos llega por medio de los sentidos... y nombramos a Carlos Gardel.
La belleza nos puede llegar a través de la vista por lo armonioso de un objeto o una persona, a través del oído en un trino, en una palabra, en un canto y nombramos a… Carlos Gardel.
La belleza se encuentra en sus rasgos, su sonrisa es mesurada, afable, comunicativa, signo de predisposición, un saludo, un estar con el otro. Acaso el ocultamiento de alguna intimidad que no quiere sea trascendida, un límite. Es en fin, la sonrisa del ídolo creado por el hombre para admirarlo y nombramos a... Carlos Gardel.
La belleza se encuentra en ese conjunto de elementos denominado por los rioplatenses «pinta» que implica vestimenta, actitudes, sonrisa, manifestación de sentimientos en las interpretaciones musicales, actitudes gestuales haciendo creíble lo expresado y nombramos a... Carlos Gardel.
La belleza se encuentra en «la mirada», ese sentido hace que el otro nos pertenezca, que lo podamos captar y recrear. La mirada del mito es complaciente, transmisora, cautivante, seductora, calla el interior y .acompaña al gesto y la sonrisa dando sutileza a la voz y nombramos a... Carlos Gardel.
DOS EN UNO
Existen, en relación con el canto gardeliano dos en uno. El primero lo podemos encontrar en sus grabaciones acústicas (canciones criollas) cuando supo reunir metáfora y sentimiento (“La mariposa (Gorjeos)”) o picardía (“Gajito de cedrón”), también está en este primer Gardel el animarse al tango y al lunfardo: “Mi noche triste (Lita)” (1917) de Pascual Contursi y Samuel Castriota, convirtiéndose en cantor nacional.
El otro, el segundo, en colaboración con Alfredo Le Pera, cambiará su ciudad y sus códigos, firmará contratos que sólo aceptaban un lenguaje español libre de regionalismos (el lunfardo), filmará películas que lo convertirán en el galán de habla latina. Le Pera fue el poeta de los tangos que musicalizara Gardel y autor de los guiones cinematográficos, a ambos los mantuvo unidos la vida en trabajo triunfante y la muerte en un impiadoso Medellín.
Le Pera debió escribir en un lenguaje comprensible para un público de habla hispana perdiendo el cantor su código rioplatense y la «mirada» de ese público que lo comprendía en su gestualidad, en sus intenciones, en los lugares comunes. La problemática existencial dada en código se universalizó... «¡Que vachaché, hermano!» le diría un porteño a su Morocho del Abasto.
Será el precio de la fama que no es «puro cuento», pero quedarán, únicas e irrepetibles, las creaciones del dúo Gardel-Le Pera...
Creaciones, que emocionando, despiertan nuestra admiración, hechas como una ofrenda de nuestro arrabal al mundo, el mismo arrabal que lo convertiría en mito para continuar su amor eterno…