Por
Juan Manuel Peña

Escuela del Tango: Una publicación singular

esulta importante señalar las diatribas que sufrió el tango, en especial, al principio de su historia, período de tiempo que puede decirse, pasó ya los cien años. Muchos han sido sus críticos y algunos de ellos, de alto nivel intelectual. El Dr. Enrique Rodríguez Larreta, escritor y diplomático, el poeta Leopoldo Lugones, el escritor Juan Pablo Echagüe, el historiador y jurisconsulto Carlos Ibarguren, constituyen la élite de los que más se ensañaron contra esta música, nacida del pueblo y que hoy es un Patrimonio de la Humanidad, cosa impensable hace no más de una veintena de años atrás.

He sostenido en otros trabajos sobre el tango, que los vasos comunicantes entre las diferentes clases sociales tienen una gran importancia y así ha sucedido con la música de Buenos Aires, que fue adoptada por los «niños bien» de la clase alta en sus correrías nocturnas, que fueron luego los que la llevaron y divulgaron en París, hombres como Ricardo Güiraldes, Vicente Madero, Alberto López Buchardo que escribió el tango “Germaine”, Daniel Videla Dorna, «Macoco» Álzaga Unzué, todos eximios bailarines de tango y muchos otros. Cuando fueron volviendo de la Ciudad Luz, el tango argentino había sacado patente y lustre de música decente y podía ser bailado por todos y en todas partes, además de París, Londres y luego Madrid, Barcelona y Alemania.

Quiero nombrar especialmente al compositor Alfredo Bevilacqua, el autor de alguno de los tangos que se denominan «patrióticos», como “Primera Junta”, “Independencia”, “Emancipación”, “Reconquista”, uno de los cuales, “Independencia”, fue tocado frente a la Infanta española Isabel de Borbón por una banda en la céntrica Avenida de Mayo, cuando se realizaron los festejos del Centenario de la Independencia en 1910.

Allá por el año 1911, Bevilacqua tuvo la idea de editar un manual de tamaño pequeño, y de unas 45 páginas, de escasa tirada y hoy imposible de encontrar, con el siguiente nombre en la tapa: Escuela del Tango. Está registrado bajo el número 12.138, y según Enrique Binda y Hugo Lamas, lo hizo el 12 de noviembre de 1914, aunque Puccia fija la fecha de aparición en 1911.

Luego a partir de la primera página, este tratado manifestaba: «Tratado teórico práctico en español, francés e italiano. Estudios rítmicos para piano por Alfredo A. Bevilacqua, Editor propietario. Billinghurst 2122, Buenos Aires». Y luego mencionaba a los concesionarios y a la Imprenta Musical Ortelli Hnos. Belgrano 2067. B. Aires, que lo imprimió.

A continuación, aparece el Sumario, que incluye «el Prefacio, Advertencia, 6 Estudios preliminares, 24 estudios primera parte, 14 estudios segunda parte, Consideraciones generales, 12 ejemplares rítmicos para la composición, 4 ejemplares rítmicos para aprender a acompañar». Y remata con: «Complemento. 2 tangos estudio, 22 tangos bailable, 2 tangos salón».

Y aquí sí la dedicatoria es significativa y sorprendente, ya que dice: «Al Jockey Club. Progresista institución. El más alto exponente de cultura de la Sociabilidad Argentina. Dedica este modestísimo trabajo de didáctica musical. Fruto de largos años de estudio. El autor».

Luego Advertencia, también en tres idiomas: castellano, francés e italiano. Y dice luego: «Para estudiar el ritmo con resultados positivos es indispensable ser tempista. Para conseguirlo será menester estudiar con especial cuidado en primer término los seis estudios preliminares observando sus correspondientes indicaciones que se cumplirán al pie de la letra y en segundo término, no emplear (p) pianos ni F (fuertes) hasta el estudio 42; pues las exigencias de los matices no influyen en la predisposición de un ejecutante que no sea un consumado tempista».

Luego, continúa sugiriendo otros consejos técnicos. También incluido en el álbum, trae, como complemento, la música de seis tangos, a saber, todos creación de Bevilacqua: “Primera Junta”, “Reconquista”, “El popular”, “Improvisación”, “Monterrey”, “Expresión criolla”.

Además, Puccia menciona en su propio libro, otros tangos del autor como fueron: “Venus”, “Apolo”, “Recuerdos de la Pampa”, “El orillero”, “Cabo cuarto”, “Minguito”, “La criolla”, “El fogón”, “Emancipación”, “Marconi”, “Gran muñeca”.

Presume el investigador Puccia con toda razón, que si este estudio fue dedicado a una aristocrática institución como el Jockey Club de Buenos Aires, éste habría contribuido a su financiación o al menos Bevilacqua, sin la autorización de la misma, no se hubiera atrevido a publicar esa dedicatoria en su trabajo, y vender el mismo, como se hacía, a tres pesos el ejemplar.

Toda esta explicación sobre la singular aparición del folleto de Bevilacqua, no hace más que refrendar las teoría que dice que el tango era ya conocido y aceptado por las clases altas de la ciudad, como además está probado por el concurso de tangos del Palace Theatre, en el mes de septiembre de 1913, cuyo jurado estaba formado por damas de la alta sociedad porteña.

Este manual de Bevilacqua está dedicado, no a los pianistas que interpretaban profesionalmente la música ciudadana, «...sino a ese contingente de jóvenes de ambos sexos, que, perteneciendo a hogares de cierto rango o pudientes, se permitían el lujo de contar con un piano en sus hogares».

Y define Puccia acertadamente: «Significa entonces que la música de tango, lejos de ser repudiada, encontraba amplia acogida en ambientes que ostentaban un nivel de cultura ciertamente cultivados». Hoy diríamos, tal vez, «hogares de clase media».

Los versos ingenuos y limpios de reciente aparición en aquel momento, del tango “La morocha” de Ángel Villoldo con música de Enrique Saborido, con reminiscencias de habanera, ciertamente deben haber contribuido a que no se pensase tan mal del tango como antes.

Bibliografía:
Binda, Enrique y Lamas, Hugo. El tango en la sociedad porteña, 1880-1920. Abrazos, Buenos Aires, 2008.
Novatti, Jorge y Cuello, Inés. Antología del tango rioplatense. Vol. 1. Instituto Nacional de Musicología «Carlos Vega», Buenos Aires, 1980.
Peña, Juan Manuel. El tango en el Teatro Colón. Buenos Aires, 2004. Marcelo Oliveri Editor.
Peña, Juan Manuel. "Los primeros tangos en el Teatro Colón". En Revista Tango Reporter N° 194, julio - agosto 2013.
Puccia, Enrique Horacio. El Buenos Aires de Ángel G. Villoldo 1860-1919. Buenos Aires, 1976. Edición del autor.
Rivadaneira, Tito. Ángel Villoldo. Editorial Dunken, Buenos Aires, 2014.
Salas, Horacio. El Centenario. Editorial Planeta, Buenos Aires, 1966.
Silbido, Juan (Emilio J. Vattuone). Evocación del tango. Biografías ilustradas. Edición con apoyo del Fondo Nacional de las Artes. Buenos Aires, 1964.