Bailemos este tango de nuevo, mi querer,
y mientras lo bailamos, soñemos como ayer,
borremos el pasado. Y… quiéreme otra vez,
juntitos, nuevamente, que ya te perdoné.
Fue grande la agonía cuando te vi partir,
mi vida sin destino, padecía por ti,
pero no importa nada, aquello ya pasó,
olvido mi delirio, tú vuelves, corazón.
Te ofrecí en mis besos la pureza de un sueño,
te entregué alma y vida, ciego de ilusión…
las noches desvelado, pensando que volvías,
y recordar en todo tu amor, siempre tu amor.
¿Por qué estás llorando? No lo hagas, ¡por favor!
Si estás aquí conmigo se acaba mi dolor,
soñemos esta noche… Y… quiéreme otra vez,
bailemos otro tango, ¡que ya te perdoné!