Yo te soñé
como un amor que era bien mío,
te idolatré
con la pasión que sólo ansío.
Mis ojos eran ciegos a tu pena y tu dolor
tus lágrimas volvieron a mi mente la razón,
entonces comprendí que era imposible aquel amor
que habíamos soñado y sólo era una ilusión,
-resignate al olvido- me dijiste, con el alma destrozada
en un triste adiós.
Un triste adiós
tan sólo eso tú dejaste ayer
en la canción
que es el recuerdo... todo de tu ser
cuanto sufriste
al ofrecerme este legado de amor,
porque él encierra un dolor
sublime fin de nuestro amor.
Tú quedarás
en el camino de mi vida
como el amor,
que eternamente anhelaría.
Amarte en la penumbra de mis noches soñaré,
llevarte a la tristeza de mis días lograré
dulcísimos momentos me brindó tu corazón
eternas remembranzas que grabara nuestro amor,
son páginas que inspiran en mi alma,
el recuerdo imborrable de tu triste adiós.