Con el permiso de ustedes, voy a hablar en este canto
de un militar que es un santo y por todos conocido,
con un corazón muy noble y estampa de varón
él cuida de los muchachos como la madre a su hijo
es por eso que le llaman: El padre de los soldados.
A mi Teniente querido con honor le canto yo
lleno de satisfacción, hablo de su nobleza
si hasta mi Patria se siente orgullosa al tener
hombre tan bravo y valiente como el querido Teniente
honroso de él, yo me siento y es por eso que le canto.
Al ostentar en el cielo la bandera azul y blanca
en su rostro se refleja la emoción que adentro siente
yo sin querer lagrimeo y gritaría bien fuerte
también como él yo lo soy: ¡Argentino hasta la muerte!