Araca, qué perra vida,
que me está haciendo pasar
esa catriela bandida
que desde su juida
no he vuelto a embrocar.
Mina comadrona, flor del barrio,
yo manyaba en tu m irada
que cachabas el esplín
y harta ya de mishiadura
pegaste, al fin, la espantada
y no volviste al bulín.
Percanta que era mi sueño,
te llama mi corazón
porque dejaste a tu dueño
y al bulín risueño
sin una ilusión.
Qué fulero que es dejar
engrupirse el corazón,
después hay que laburar
pa’ quitarse el metejón,
todo por una mujer
que quiso esgunfiarse un día
de todo aquel batimento
de amores que yo le hacía.
Araca, qué perra vida
que me está haciendo pasar
esa catriela bandida
que desde su juida
no he vuelto a embrocar.
Y harta ya de mishiadura
pegaste, al fin, la espantada
y no volviste al bulín.