Yo soy el morochito
que vaga por el mundo
y lleva en su cuesta
la cruz de un dolor...
¡La busco en los boliches!
¡En el ajenjo perro!
Por que soy así, borracho,
la veo, compañero,
que junto a mi catrera
me besa con todo su amor.
En mi bulincito
paso las noches desvelado...
¡Parece que sus pasos siento
y es el insomnio que se burla!
Si ella supiera lo que yo sufro
tal vez sabría lo que es cariño...
¡Pasan las horas y nace el día,
y así se muere otra ilusión!
Pero algún día volverá
y tendrá que sufrir su pena,
cuando le digan
al preguntar ella
por su amado:
"¡El morochito,
se ha enfermado
y a usted llamando
así murió!"