En el pescante

Tiene el nombre de una flor
y es al cantar, una calandria.
Desde Palermo a Barracas
no hay más linda, con perdón.
No me achica cuesta arriba
ni me afloja al barquinazo,
porque me gusta el trabajo
desde que tengo su amor.

En el pescante
me acompaña su recuerdo
por esas calles
que buscándola, me vieron.
En cada viaje
me la nombra el corazón,
del sud al norte
traqueteando sin descanso
en el pescante
voy alegre por su amor.

Es muy duro traquetear
de sol a sol sobre el pescante
mas, su recuerdo constante
todo me hace soportar.
Cuando a la tarde desato
al pensar que ya me espera,
las cuadras se me hacen leguas,
apurado por llegar.