Milonga, la flor más grata
de mi tierra argentina,
la más pura y más genuina
y agarrao como una mata;
milonga, lo que desata
mis donaires de varón,
en el rancho, en el salón
donde a tu compás me luzco,
como mezquinando a un cuzco
los bajos del pantalón.
Milonga, toda mi ciencia
cuando ya el viernes distingo
que se aproxima el domingo
pa' rumbear pa' la querencia;
allá me espera Cresencia,
Felisa, Petrona o Juana,
que aguardándome se afana
y cuando llego suspira,
y disimula y me mira
como no teniendo gana.
Milonga, la clara huella
cuando en un baile me arrimo,
que me indica en el racimo
de mujeres la más bella;
y es al son de tu querella
que mis palabras desato,
y en el corazón las ato
de la que me gusta más,
mientras sigue tu compás
la punta de mi zapato.
Milonga, toda mi audacia
cuando de noche me largo,
con unos pesos que cargo
ganados por obra y gracia.
Milonga, mi aristocracia
cuando con mi azul marino,
mi charol, de lo más fino,
mi pañuelo y mi gris perla,
voy bien perfumao a verla
o a hacerle cara al destino.
Milonga
Canta Raúl Berón
/
Orquesta
Miguel Caló
1-12-1942 Buenos Aires Odeon 8371 12421