Los años los palmé sensa macanas
yirando como en una perinola.
No llegaron de ronga, de bartola,
me lastraron la pinta con las ganas.
Me masqué bien las yetas, mis hermanas.
Disfruté, no lo niego, lo más piola;
siempre firme en el yugo, mi gayola,
legado de mis cruzas italianas.
Nunca me falopié. No le doy bola
a teorías políticas bananas.
No me copan la fama ni la aureola.
Y porque estoy cachuzo con mis nanas
me piden que me tiña la sabiola.
¡Con lo que me costaron estas canas!