Pebeta de un barrio
pegado a la vía.
Un pintón lisonjero
entrado en años vacíos
por no quererla yugar,
una tarde de enero
te envolvió en su bla, bla.
Verse, museos,
cafeses modernos
con fotos de antes,
un besos en la lluvia
perfumes de amores
dejalos pasar.
Escamoteale tu alma
sin pena ni bronca.
Dejalo que valía
y aprende en su fracaso
de no ser lo que pudo
que hay que luchar.
No pienses morocha
que ya no te quiero,
sucede pebeta
que no puedo bancarte
con tanto fracaso
que tengo detrás.
Salvate pebeta,
Rompe el sortilegio.
Viví tus dosmil
con intensidad.
Pegate a tu credo,
a tu pibe, a tu vía,
segura que un día
tu tren llegará.