Nuestro

Poema lunfardo

Aún,
cuando nuestros osarios sean raigambre de este suelo;
cuando los tiempos inexorables disuelvan patrias;
cuando las breves reseñas desaparezcan historias;
cuando las especies abreven polutos residuos;
cuando el descontrol evolutivo ampare la sinrazón,
alguien alzará la voz y evocará lo que fue nuestro.
Mencionará a un país llamado Argentina.
Un humanoide llorará su incomprensible nostalgia.
En contaminado aliento mencionará a Martín Fierro,
Leloir, Gardel, San Martín, Eva, “Che”.
La lluvia ácida se vestirá de River-Boca
o en final de bandera ganado por Leguizamo.
Como una piña a lo Miguel Angel Firpo
la niebla se disipará,
el cielo inundará la brillante bruma
sugiriendo un sol invisible de inesperado milagro.
Y un agorero discurrirá que el nuestro del nosotros
fue transformado por el nuestro de ellos,
dado que aparecieron ellos
logrando que esa parte del nosotros
se trocara en el olvido de lo nuestro.