Mujer

Ayer al recordar mi vida
y las tristezas que da el amor.
Yo no encontré ni el perfume
de una pobre y seca flor.
Y desangrando por la herida
yo era engañado, yo era un abismo
yo era una sombra,
yo era un dolor.

Hoy que tu amor borró la pena
y tu almita con nobleza entiende
sin prejuicios a mi gran dolor.
Y a las tristezas de mi pobre cruz,
surges ¡Mujer! en mi camino
cual una madre cariñosa y buena
como un ángel, como una rosa,
como una estrella, como una luz,

Mañana que marchemos juntos
y nos amemos con tierno amor
la vida pasará sin pena
hasta que la muerte llegue.
Entonces si nuestras almas
como dos notas desprendidas
terminarán sin un dolor.


Otras letras de Carlos González Illescas

Mujer