Silbido

Tango

Música: Maurice Rumeau
Letra: Pilar Sanz

Cuando el rayo de tus ojos
en mi alma penetró
un silbido y un suspiro
como un lazo se trenzó.
Y en tu risa tan divina
y en tu gracia angelical
y en tu boca de azucena y nazarena,
vive siempre mi ideal.

Cuando el patriotismo entero
a mi tierra me llevó
entre tumbas y trincheras
un silbido en mi sonó.
Fue una bala mensajera
que en mis ojos se cruzó
recordando tu silbido nuestro idilio
y un suspiro en mi se ahogó.

Una bala y un silbido
fue sonando.
Un suspiro de mi pecho
iba exhalando.
Y un idilio recordando,
unas lágrimas robó.

Una gigantesca mole
trepidando sin cesar,
con su melena tendida
iba silbando al pasar.
En mis ojos se cruzaron
una tumba y un dolor
y un idilio apareciendo fue apagando
aquella visión de horror.

Trepidando, trepidando,
al fin la mole arribó
y un silbido resonando
puso fin a mi dolor.
Recogí en mis brazos vida
ese cuerpo de ilusión
y en tus labios fui sellando
fui sellando aquel beso de pasión.

Una bala y un silbido
fue sonando.
Un suspiro de mi pecho
iba exhalando.
Y un idilio recordando,
unas lágrimas robó.