Patios,... patios de mi barrio...
amores que se han quedao dormidos...
Guitarras, malvones y geranios...
y la imprudencia de un destino...
Donde estarán aquellos patios...
en los que yo he vivido.
Quizás alguien los esté nombrado...
para llevarlos a un paraíso.
Cada baldosa lustrada...
tuvo su delirio...
Bailes, enamorados... densas enredaderas...
y el bautismo de un llanto prístino...
Cada uno de nosotros
lleva grabado en su mente...
sus luces tambaleantes...
y una Luna nunca ausente...
Canchas de fútbol... gloriosas...
de una niñez paciente...
Campos de batallas...
de ejércitos valientes...
Ocultan el corazón de una cuadra...
lugares puros inimitables...
Templos de sabiduría porteña...
en un rectángulo insignificante...
Me colma la nostalgia...
cuando escucho un Tango triste...
El recuerdo me trae romances,
en esos patios nobles.