Sueño gardeliano

De la vida regalada que rodea mi existencia
mil amores me sonríen, el zorzal con sus gorjeos
y las noches estrelladas inspiraron mi canción.
Pero no siento el halago que perfuma al corazón,
la gloria mía es obra de un sueño,
hermoso sueño que hoy es mi obsesión,
y en la visión de tanta fantasía,
Me daba el maestro su primer lección.

Cantar, su creación “Mano a mano”,
oía entre sueños la noche febril...
Cantar, (me decía en un tango),
“no basta voz melodiosa, es sentir esas cosas,
vivir el motivo que lleva escondido,
cantar, con la sangre hecha fuego,
la voz en el alma, diciendo emoción.”

Fue un sueño milagroso, como nadie habrá soñado,
en afán de consagrarse en las noches de concierto.
Hoy me envuelven los recuerdos del zorzal y su lección,
pero entre tanto aspirante, nadie hace sombra a su voz,
Por eso pienso que todo fue un sueño,
tan deslumbrante como es su canción,
y mi pasión que fuera consagrarme,
rinde homenaje al mejor cantor.


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