Mi espíritu quebró ya sus alas de ilusión
que en pos de azules rutas impulsó la Ensoñación;
hoy vivo de añoranzas, sin fe, sin anhelos,
mereciendo sueños rotos en mi corazón.
Logré mil horizontes para hallar, tan sólo,
fracasos al final de mi peregrinar.
Angustia de mirar con temor el porvenir,
viviendo en la penumbra sin querer vivir.
Ya sé que nunca más florecerán mis sueños…
Mi última esperanza la quebró un “Adiós”.
Camino de la ausencia se alejó el amor
que acuna, hoy, en un rezo mi afiebrada voz.
Que triste es detenerse a contemplas la vida
y ver que atrás dejamos sombras… ¡nada más!
Desandando el Tiempo… venciendo el Olvido
rondan los recuerdos sobre mi ansiedad.
La Vida me enseñó su grotesca realidad
muriendo mis ensueños en el triste despertar.
La araña del Destino, tejiendo sus redes,
me apresa en el silencio de mi soledad.
Desfile interminable del ayer, que vuelve.
Eterno dialogar con la Recordación…
Sarcasmo de encontrar el secreto del vivir
estando muerto en vida sin poder morir.