Como un rayo de esperanza que ilumina
mis recuerdos de muchacho soñador
va surgiendo una ventura en cada esquina
donde el alma palpitaba algún amor.
Añoranzas que me embargan de tristeza
al sentirme tan lejano de ese ayer,
viejo barrio que fue cuna de guapeza,
de romances, de amarguras y placer.
Parque de los Patricios,
vieja barriada querida,
mi corazón no te olvida
porque en tu seno nací.
Parque de los Patricios,
¡cuántos años han pasado!...
Y al sentirme desolado
hoy busco consuelo en ti.
La pebeta que encendió mis veinte abriles
con el fuego de un cariño sin igual,
tiernamente, en mis recuerdos juveniles,
aparece con su encanto virginal.
Todo, todo ya pasó, barrio querido,
y en tus calles voy buscando la emoción
de esas horas que por siempre se han perdido
con las ansias de mi lírica ilusión.