(Recitado)
Y el bacán, solitario y cabrero
de este modo a su mina cantó:
El bulín, solitario y mistongo
ha quedado muy triste sin vos,
la catrera sin los muñequitos.
El florero, sin una flor.
Todo llora, sin duda, tu ausencia
y yo siento dentro del corazón
que me dan como mil puñaladas
los celos, la bronca, la ausencia de tu amor.
Negra, no sé por qué me dejaste,
nada te faltaba en el bulín;
todo tu negro te lo brindaba
y en la forma que él te amaba
nadie te v’amar, así.
Falta con tu ausencia la alegría
llora tu engaño mi corazón,
y hasta la guitarra, ya sin cuerdas,
colgada y llena de tierra
extraña tu dulce amor.
Vos, tal vez de milonga en milonga,
por la farra te dejás marear,
olvidada del mundo y aquellos
que otro día supiste amar,
o abatida por el desengaño
al bulín quieras hoy regresar
a curar las profundas heridas
que dejó en mi pecho tu fuga fatal.
El gato ya no viene a la cama,
en ella ya no encuentra el calor
ahora, bajo el mal que lo domina,
v’a dormir en la cocina
en el cajón del carbón.
Falta con tu ausencia la alegría,
llora tu engaño mi corazón,
y hasta la guitarra ya sin cuerdas,
colgada y llena de tierra,
extraña tu dulce amor.