Comprenderse, enamorarse,
al cruzarse en el camino,
muchas veces fue mi sino
vivir así un loco amor.
Por el parque predilecto
paseaba con mi quimera,
cuando una voz dijo: “Espera,
tengo para ti esta flor”.
Luego supe yo el motivo
de la flor que tú me diste,
era porque andaba triste
y sediento de emoción.
Por la flor supe muy tarde
que tú eras una idealista,
después te perdí de vista,
implorando tu perdón.
Bello y gentil heliotropo:
vuelvo triste al parque amigo,
porque el parque fue testigo
de ese milagro de amor.
Y en el parque predilecto
reavivando el dolorcito
siento ganas de un recito
por la milagrosa flor.