Agonía

Tango

¡Callen! Duerme mi pibe.
¡No lo despierten que va a llorar!
La fiebre mala que lo persigue
en un descuido lo va a llevar.
Hagan cesar el baile
¡y que se calle ese bandoneón!,
que los acordes que vuelca el tango
parecen burlas a mi dolor.

Mató mi amor una mala mujer
tronchando en flor mi más bella ilusión
y abandonó ansiosa de placer
este pequeño ser en su traición.
Pequeño ser, que ha sido para mí
recuerdo fiel de aquella que se fue.
Por eso, al verlo sufrir,
temo que vaya a partir
de un solo golpe, mi fe.

¡Callen!, que esa guitarra
que en otro tiempo supo alegrar
mis horas tristes, hoy es la garra
que traicionera puede matar.
¡Risas!, cruel ironía…
¡A ver, muchachos! ¡Por compasión!
¡Dejen la fiesta! Su algarabía
parecen burlas a mi dolor…