De las cintas hasta el disco la distancia no interesa,
con muñeca con cabeza vas llevando triunfador,
al yobaca que le pongan como empilche tu montura
ya sea un pingo sangre pura o algún bagual del montón.
Cayetano Santos Sauro, con tu clase, con tu ciencia,
desde el “Hache” Independencia de tu Rosario natal,
te largaste a Buenos Aires, con dos trancos fuiste capo
enchaquetao en los trapos del gran haras Comalal...
Paralo... Torito Sauro...
aflojá que no es carrera
corriendo de esa manera
sos un cheque al portador.
En el césped o en la arena
de la cancha sos el cuco
qué pareja para un truco
con Juancito Lapistoy...
Paralo... Torito Sauro
que ya me basta por hoy.
Sos en muchas ocasiones más ligero que el sonido
vos llegás y al rato el ruido del caballo que montás,
si hasta a veces tengo miedo de jugarte todo, todo,
por el temor que por robo, te puedan encarcelar.
Cayetano Santos Sauro, ya mi cuerda se termina,
yo quisiera decir tanto, pero tanto en mi canción,
y aunque sobran los elogios me fracasan en la rima
y resulta chico un tango pa´ hablar de tu condición.