De mí te has de acordar

Por esa misma puerta
por donde un día saliste
por esa misma puerta
yo te he de ver entrar
acongojada y triste
sin risa ni alegría
buscando mi regazo
para poder llorar.

Que muy pronto la vida
te pondrá cara fea
y entonces dolorida
de mí te has de acordar.
Todos tus berretines
son cosas pasajeras
mi puerta siempre espera
que vengas a golpear.

Y estará siempre abierta
y cuando la precises
yo te abriré la puerta
como mi corazón
que aunque quedó marcado
con hondas cicatrices
se abrirán cuando vuelvas
pa’ darte mi perdón.

Pero el tiempo bacana
que todo lo destruye
todas tus ilusiones
pronto marchitará
y has de venir mañana
a que yo te chamuye
de aquel amor pasado
que nunca volverá