Mirate en este espejo, ¡no te hagas ilusiones!
También fui soñadora, también yo me engañé,
leyendo versos que hablaban de pasiones,
de príncipes que a un trono prefieren un querer.
Pero la vida a fuerza de cachetadas
de hielo y de rencores el alma me llenó
y, desde entonces, no creo más en nada
por eso es que le he puesto candado al corazón.
Mala,
me dicen esos que no saben
todo
lo que luché para salvarme.
Pero estaba de Dios
que para vencer
me faltaba valor
y perdí la fe.
Frío
es lo que llevo yo aquí adentro,
penas
que van durando más que el tiempo
cuando un malquerer
te amarré el corazón
serás mala vos también.
Mirate en este espejo, mirate en mi cansancio,
pensá que en mí la vida te ofrece una lección,
que la amargura de un viejo desengaño
me está latiendo adentro, como una pulsación.
Haceme caso y no dejes que nadie
se meta en tus sentidos con mañas de ladrón,
yo fui la fiesta de un hombre sin consciencia
por eso es que le he puesto candado al corazón.