Manos adoradas

Vals

Música: Roberto Rufino

Las manos que yo quiero, las manos que venero,
no son color de rosa ni tienen palidez.
Sus dedos no parecen diez gemas nacaradas,
tampoco están pintadas ni tienen altivez.
Son manos arrugadas, tal vez la más humildes
y están cual hojas secas de tanto trabajar.
Son estas manos santas las manos de mi madre,
aquellas que me dieron con todo amor el pan.

Las manos que yo quiero, las manos de mi madre,
ligeras como aves volando siempre van.
Las manos de mi madre por ágiles dichosas,
si no hacen siempre algo tranquilas nunca están.
Por rústicas y viejas, ¡qué bellas son sus manos!
Lavando tanta ropa, cortando tanto pan.
Corriendo por la casa, la mesa acariciando,
buscando en el descanso la aguja y el dedal.

Las manos que trajeron la lámpara a mi cama,
tapándome la espalda en el invierno cruel.
Que cuando estuve triste mis lágrimas secaron,
que cuando estuve enfermo, acariciándome.
¡Oh, manos adoradas! ¡Oh, manos llenas de alma!
En ellas yo quisiera mi frente refugiar,
y tristemente digo: ¡qué lejos que se encuentran,
qué lejos de mi angustia y de mi soledad!

Vals
Canta Aldo Calderón / Orquesta Ismael Spitalnik
24-10-1952 Buenos Aires RCA-Victor
Vals
Canta Juan Carlos Fabri / Orquesta Miguel Caló
3-10-1952 Buenos Aires Odeon 55479 18626
Vals
Canta Alberto Morán / Orquesta Osvaldo Pugliese
18-11-1952 Buenos Aires Odeon 55500 18714
Vals
Canta Roberto Rufino / Orquesta Roberto Rufino - Dir: Armando Cupo
1952 Buenos Aires Orfeo 37003
Vals
Canta Roberto Rufino / Orquesta Omar Valente
1981 Buenos Aires Micronda 5037-A