¡Bicho feo!... ¡No aceleres tu bravura
pa’ que ría todo el arrabal!...
Pues tu honda traicionera mordedura
no merece vengarla con el puñal.
Ese antojo no es remedio pa’ tu herida...
Olvidate de la mina ingrata,
que no hay deuda qu’en la vida
no se pague con algún dolor...
¡Bicho feo!... Conformate
con la biaba del destino.
Hacé buche y empinate
este troli de buen vino...
Que’n la huella del “querer”
fue siempre la mujer
más sabia que’l varón
y no entrés a mezquinar,
que’l vino te v’a dar
consuelo al corazón...
¡Bicho feo!... Si el lao flaco te ganaron,
tus angustias ya pronto se irán;
¡vaya el “saque” por las minas que lloraron
cuando vos dominabas como un Sultán!
¡Reíte hermano!... ¡Que las dichas son inciertas!...
Y no olvides mi sano consejo;
que chupando quedan muertas
las raíces de tu gran dolor...