Trepando a lo alto ‘el cerro...
dejando atrás las quebradas,
Patricio acaricia el cielo
musitando la oración
que le enseñó por las tardes
en que el telar preparaba...
aquella que fue su madre
que hoy se fue a vivir con Dios...
“Ten fe en tu tierra, hijo,
transpira con tu trabajo...
cristiano has de ser y rico
en fraternal amistad
con todos los que te ayuden...,
a ellos... ayudarás”.
Alzando sus brazos quiere
llegar a la nubecita...
y cuando la tarde muere
Patricio acaricia el sol.
Dejando atrás las quebradas
Patricio regresa al pueblo...
descansa su madre amada
en un valle calchaquí.
Allí donde el cielo abraza
recortando viejos cerros...
en donde las nubes pasan
Patricio vuelve a reír.