Eras tango, vos, la gloria que quedó
adormecido en los laureles del ayer,
porque vos, tango, te ibas
quizá para no volver.
Todo un pasado inolvidable te glosó
te mimaron los suburbios y el salón,
y con todo te apagabas sin pensar
que del pueblo moría su cantar.
(Recitado en la parte de piano)
Bates, del tango la gloria
os debe un gajo de palma,
del clarín de la victoria
un toque a vuestra campaña.
Pero alguien pesaba que tu alto rango
tenía que erguirse con plena altivez,
a fuerza de lucha, tesón y constancia
logró redimirte, mi tango de ayer.
Su noble campaña merece en la historia
del tango, la página de oro mejor.
El tango no ha muerto, renace su gloria,
para justo orgullo de su salvador.